Uno de los pilares sobre los cuales se asienta la democracia argentina es en la igualdad de sus ciudadanos ante la ley, consagrado en el artículo 16 de la Constitución Nacional. A su vez esa igualdad descansa en distintos ámbitos como el acceso al trabajo, a comerciar, a profesar libremente un culto, a enseñar y aprender, como lo ratifica el artículo 14 de la ley fundamental. Este último derecho es el que permite la formación académica desde niños para la futura vida en sociedad. Y más aún, en los niveles técnico y universitario, preparan para el mundo del trabajo. Pero, ¿qué sucede cuando a la universidad nacional llegan ciudadanos con discapacidades? ¿Alguien no vidente o sordomuda/o tiene las mismas posibilidades de estudiar? ¿Se garantiza la igualdad de oportunidades? ¿Tiene los mismos derechos que quienes no padecen algún tipo de discapacidad?
Desde hace diez años la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) comenzó de
manera formal con el Programa Permanente de Atención a las Personas con
Discapacidad Pertenecientes a la UNJu,
conocido por la sigla UNJu.Pro.Dis. El mismo permite que un estudiante con
discapacidad pueda desandar su vida por las aulas de la UNJu garantizando su
derecho a la educación. El coordinador del Programa, Profesor en Ciencias de la
Educación Alfredo Alarcón explicó el mecanismo para vincularlos al trabajo de
UNJu.Pro.Dis.: “hay distintas formas en las que nosotros accedemos. Hemos
tenido que cambiar, por esto de la pandemia y la llegada de la virtualidad. Así
que antes, por lo general, se realizaba con campañas de difusión en los cursos
de ambientación de cada facultad. Nosotros nos presentábamos en esos cursos y
difundíamos el programa y las actividades que se hacen. Ahí era donde el alumno
nos conocía y podía ponerse en contacto con nosotros. La otra forma, es que el
docente al momento que detecta una persona con discapacidad también se
comunique con nosotros y de esa manera entramos en contacto con el estudiante. Acá hay que aclarar algo, el estudiante
está en la libertad, es una elección particular, de que pueda o no formar
parte del Programa. No es obligación de la persona con discapacidad, alumno de
la universidad ser parte de UNJu.Pro.Dis.”. No obstante este detalle que
remarcó Alarcón, la mayoría de los estudiantes con discapacidad está bajo la
órbita de este sistema.
Al revisar las cuestiones legales de la educación
superior en Argentina, la Ley Nacional Nº 24.521 es la normativa que regula el
funcionamiento de los establecimientos educativos del nivel superior, tanto
universitario como no universitario y de gestión estatal o privada. El Estado
argentino es el garante de la educación en todos sus niveles, rol que se
especifica en el inciso E del artículo 4º de la presente ley: “Profundizar los
procesos de democratización en la Educación Superior, contribuir a la
distribución equitativa del conocimiento y asegurar la igualdad de
oportunidades”. Derecho ratificado en el artículo 13, inciso A: “Al acceso al sistema sin discriminaciones de ninguna naturaleza”. Por lo
tanto, si el estudiante reúne las condiciones necesarias para ingresar a una
carrera universitaria, no debe tener impedimento alguno. A esto se
refirió el profesor Alarcón, al explayarse sobre el funcionamiento del
UNJu.Pro.Dis.: “lo que
nosotros brindamos es el apoyo docente.
Acá hay algo que hay que aclarar, no se hacen recortes del contenido. El
estudiante con discapacidad de la universidad, y hablando de la igualdad de
oportunidades que debe tener, tiene los mismos contenidos que el resto de los
estudiantes. Lo que se hace es buscar cómo va a acceder a los contenidos que
propone el docente, cuál es la metodología que va a usar. Entonces, ahí es
donde uno va estableciendo esa comunicación con el docente para que él sepa,
primero cuál es la característica que tiene ese estudiante y nosotros con las entrevistas exhaustivas que hacemos acá
con cada uno de ellos”.
La etapa de la entrevista es fundamental, ya que además del conocimiento mutuo, de allí se obtiene la información sobre la trayectoria educativa del estudiante antes de llegar a las aulas de la UNJu. Entre otras cuestiones, Alarcón enumeró, “dónde estudió, cómo estudió, si tuvo apoyo, si formó parte de la educación especial o no. Toda esa estructura es la que nosotros tenemos que conocer. El cuadro que armamos se lo transmitimos al docente. Como institución ponemos el apoyo de la facultad o de cualquier unidad académica que fuera y le brindamos todas las condiciones de accesibilidad al estudiante. Después viene la parte del estudiante. Porque acá también, como cualquier estudiante, requiere el compromiso, el esfuerzo del mismo. Como institución, nos preocupamos en brindarle todas las condiciones al alumno, y en base a sus derechos”.
El profesor Alarcón junto a dos profesionales que integran el equipo de UNJu.Pro.Dis.: la profesora de Educación Física y Técnica en Psicomotricidad Daniela Roldán y la Licenciada Carolina López.
¿Cómo nació el Programa
UNJu.Pro.Dis.?
El apoyo de las máximas autoridades de la UNJu fue necesario desde un
primer momento, como en toda institución, para poder desarrollar de manera
formal las actividades que tiene el UNJu.Pro.Dis. De esta forma, se busca
garantizar el derecho a la educación superior a las personas con discapacidad.
El inicio de las actividades, de manera informal, data de 2010. Inmerso en el
contexto de incorporación a las aulas de la UNJu de personas con discapacidad, se planteó el desafío de garantizarles el derecho a la educación superior
gratuita. “Ahí comienza la idea de formar una comisión o programa. Que a la vez
va acompañado de todo un movimiento que se estaba dando en las universidades
nacionales. Porque no es que somos una isla, sino que formamos parte de toda
una red nacional de universidades. Entonces, con todo este movimiento, con toda
esta información que estaba llegando también acá se empieza a gestar. Las
autoridades universitarias, con el apoyo que brindaron dan lugar y origen
a este programa”, explicó Alarcón.
Un Programa que en estos diez años de vida vio egresar a 12 profesionales.
Uno de ellos, el más reciente, es el Licenciado en Comunicación Social Adán
Caseres, que defendió su tesis titulada “Representación social de las personas
con discapacidad en los medios de comunicación. Análisis de los discursos
estigmatizantes”, el martes 14 de diciembre en la Facultad de Humanidades y
Ciencias Sociales.
Una nueva manera de conocer
a los estudiantes con discapacidad
“Ahora, con esto de la virtualidad estamos implementando nuevos
procedimientos y el que nosotros estamos ahora aplicando a partir de este año
es a través del SIU Guaraní. Es decir, en el momento que se inscribe una
persona hay un campo que específicamente está referido a la temática de
discapacidad. Que eso también ha ido evolucionando con el tiempo. Entonces, al anunciar que es
una persona con algún tipo de discapacidad, nosotros directamente vamos a
recibir un alerta que en tal unidad académica se inscribió una persona con
discapacidad. Recibimos la información de esa persona en particular y nos
ponemos en contacto con él. Entonces, antes de que ingrese ya tenemos la
información. Por lo tanto, sabiendo a qué facultad va a ingresar, qué carrera
va a cursar y, obviamente, de antemano podemos saber quiénes van a ser sus
docentes. La idea es anticiparnos al ingreso de la persona. Para que el docente
el día que se presente al aula ya sepa
que hay una persona que necesita ciertos apoyos. Eso es importante, porque sino nosotros por ahí con el viejo sistema
que teníamos íbamos detrás de las situaciones. En cambio, ahora queremos ir
delante de lo que pueda pasar, de lo que pueda requerir”, explicó el profesor
Alarcón.
Cerca de setenta estudiantes con discapacidad cursan carreras de las
distintas facultades de la Universidad Nacional de Jujuy, tanto en las sedes de
San Salvador de Jujuy como en las del interior de la provincia. Más allá de
algunas pausas en la trayectoria académica por distintos motivos, el sistema de
cursado virtual que emergió a partir de la pandemia se vislumbra como una
herramienta más para el programa UNJu.Pro.Dis.
“La virtualidad lo que hizo fue acercar. Porque nosotros antes salíamos a
difundir el programa, viajábamos al interior e íbamos a invitar. A veces
íbamos a escuelas secundarias a invitar a ser parte de la universidad. Te
invitan, ¿querés ser parte de la universidad?, inscribite. Pero, para una
persona que vive allá en la Puna, en el norte o en algún lugar muy lejano de
alguna sede es muy difícil. Y lo que hizo la virtualidad fue acercarnos.
Posibilitar a cualquier persona, mientras tenga conectividad, poder ingresar a
la universidad. Lo mismo pasó con las personas con discapacidad. Eso también
nos ha posibilitado muchas cosas. Pero también nos obliga a mantener a los
docentes informados de quiénes están en su aula”, remarcó Alarcón con respecto
a la modalidad de cursado que permitió la continuidad de la vida académica a
pesar de la pandemia.
Ante alguna
inquietud sobre el Programa UNJu.Pro.Dis. se encuentra disponible para
consultas el número 0388-4244195, por mail a unjuprodis@unju.edu.ar o personalmente en la sede de Avenida Bolivia 1685
dentro del predio del Rectorado de la UNJu.
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