Conocé cómo era Jujuy hace millones de años en el Museo de Ciencias Naturales Dr. Saturnino Iglesias
Por Esteban Frazzi
Rocas sedimentarias o volcánicas, fósiles, Ordovícico, Cretácico, Cenozoico, Precámbrico, Paleozoico, entre otras. Son palabras que nos trasladan en el tiempo a los años de la escuela secundaria cuando se estudiaban los distintos procesos geológicos del planeta Tierra y sus consecuencias. Pero, acá en San Salvador de Jujuy podemos volver a tener contacto con esos conocimientos sin necesidad de ser un estudiante de la secundaria. Es por eso, que desde hace 75 años -cumplidos en mayo- el Museo de Ciencias Naturales Dr. Saturnino Iglesias exhibe el resultado de trabajos de investigación de científicos locales y del exterior.
Sobre la historia de esta institución y el conocimiento que se comparte allí, la geóloga Natalia Solis, directora del Instituto de Geología y Minería, explica: “y conocer, primero, lo que es la geología. Todo lo que se hace, investiga, en el planeta Tierra, sus orígenes. Eso está expuesto en el museo a través de paneles que nos va llevando desde el ingreso a las diferentes áreas que tiene. Desde el origen del universo hasta los procesos que están actuando y van modelando nuestra superficie. Entonces, podemos reconocer lo que es la tectónica de placas, vulcanismo, la formación de las rocas ígneas a través del vulcanismo. Conocer los yacimientos minerales. Acompañando esos paneles está la explicación de cómo son los yacimientos de la provincia de Jujuy según su categoría -metalíferos, no metalíferos-. Su riqueza geológica, la paleontológica. Si uno recorre, vamos a ver en una de las vitrinas algunos invertebrados de nuestra provincia”.
La mayoría de los elementos que se encuentran en el museo son fruto de investigaciones desarrolladas en la provincia. Los primeros científicos que hicieron sus aportes en la región fueron europeos, de Alemania y Francia, principalmente. Uno de ellos, Federico Ahlfeld, nacido en Marburgo en tiempos del Imperio Alemán, llevó adelante trabajos de investigación geológica en la región Andina correspondiente a Bolivia y a la provincia de Jujuy. En la década de 1940, cuando al frente del museo se encontraba su primer director, Abel Peirano, es contratado para investigar en el territorio jujeño. Esos conocimientos, sumados a los que poseía de la vecina Bolivia lo condujeron a la redacción de Estudios geológicos de yacimientos minerales de la provincia de Jujuy, editado en dos partes por el Instituto de Geología y Minería de Jujuy en 1948.
Hablar de las rocas expuestas en el Museo de Ciencias Naturales Dr. Saturnino Iglesias es referirse a distintos puntos de la provincia de Jujuy (Quebrada de Tumbaya, Purmamarca, Susques, Salinas Grandes, Mina Los Gigantes), de la Argentina (Entre Ríos, Tucumán, Río Negro, Catamarca, Córdoba) y del exterior (Estados Unidos, Grecia, Italia, Alemania, Australia).
Rocas procedentes de otras regiones.
También fue muy rica la contribución del Dr. Saturnino Iglesias, a quien en su honor el museo lleva su nombre desde el año 2016. “Él estudió todo lo que era la fauna del ordovícico, principalmente conodontos y los trilobites (N. de R. organismos que vivían en el mar, ya extintos). Es decir, que por su historia, su contribución a la colección al museo es que se decidió poner el nombre de Saturnino Iglesias”, afirmó Solís. Dicho de otra manera, hace más de 400 millones de años en el actual territorio jujeño existía un mar.
El hecho de ser uno de los museos de geología más antiguos de la región obedece a la riqueza mineral de la provincia de Jujuy. Un dato que lo prueba es la apertura de la Mina Aguilar en 1929, reconocida por sus vetas de plomo, plata y zinc. Es más, precedió a la fundación en 1973 de la Universidad Nacional de Jujuy. Por lo tanto, en sus primeros años el museo dependió de la Universidad Nacional de Tucumán, única casa de altos estudios en la región NOA a mediados del siglo XX. En la actualidad, el museo de Ciencias Naturales Dr. Saturnino Iglesias es un departamento dependiente del Instituto de Geología y Minería de la UNJu.
Preservación y divulgación científica
Durante la entrevista, Natalia Solís (geóloga, Especialista en Geología Ambiental y futura Magister en Patrimonio) se refirió a las características de la Quebrada de Humahuaca hace millones de año y a la importancia de divulgar el contexto ambiental en el cual vivieron los animales ya extintos: “lo importante es conocer la especie, es entender cómo era el ambiente. Es difícil imaginarnos hoy en la Quebrada de Humahuaca semiárida y hace unos tres, cinco, seis millones de años estuvieran caminando allí otros tipos de animales en lo que fue el Cuaternario, el Pleistoceno. Toxodontes, animales grandes en un ambiente completamente diferente. Los gliptodontes eran herbívoros, vienen de un ambiente más húmedo. Esa es la importancia, es la riqueza que le tiene que quedar a la comunidad. Saber que cuando el fósil regrese a su comunidad va a ir acompañado de toda esa información. Cómo era el ambiente en el momento. Ése animalito caminaba por la Quebrada. Imaginate un dinosaurio en la zona de lagunas, hace 65 millones de años. Y bueno, caminaron, era una zona de playa y en esa zona vadosa de la playa los ‘bichitos’ se acercaron a tomar el agua y dejaron esa huella. Entonces, eso es lo que a la comunidad le tiene que quedar. La seguridad de que cuando los investigadores lo llevan [al fósil], lo estudian, luego vuelve a la comunidad con toda esa información que es muy rica para ellos”.
Un claro ejemplo de lo narrado por Solís es el hallazgo en el lecho del Río Grande en la localidad de Maimará de lo que se denomina icnita. Es decir, la huella o señal de actividad dejada en los sedimentos.
Estas actividades de los científicos demuestran un respeto por el patrimonio local para cada comunidad y deja en claro que se apunta no solamente al turismo para admirar las bellezas naturales de las distintas regiones de la provincia de Jujuy, sino también, incluir el turismo científico de cada lugar para enriquecer su historia.
El regreso a la apertura al público
Consultada acerca de la posibilidad de la vuelta a las visitas en el Museo Dr. Saturnino Iglesias, Natalia Solís brindó la siguiente explicación: “ya tenemos un protocolo, tenemos que ver cómo lo vamos a implementar. Por lo pronto, hay una comisión que ya nos dijo cómo sería el aforo que tenemos que tener para visitas. Así que vamos a trabajar en eso. Yo creo que ya a partir de una semana más vamos a estar difundiendo por distintos medios cómo va a ser la visita. No van a ser ya los grupos de cuarenta chicos que venían, sino que vamos a trabajar en la burbuja, vamos a seguir dando las visitas guiadas, que es lo más importante. Esto nos enseñó que podemos seguir haciendo actividades, pero con más cuidado. Cada instituto, como cada facultad tiene que tener las pautas de cómo va a ser el regreso. No solamente al lugar de trabajo, sino también, a estas actividades en donde hay que abrir las puertas para que la comunidad vuelva”.
Pronto volverán las visitas al museo, una oportunidad de aprendizaje sobre el pasado remoto del territorio jujeño y que está acá en la ciudad, en la sede de la UNJu de Av. Bolivia al 1600. Una opción más para continuar conociendo sobre el suelo que pisamos y los trabajos de investigación que los científicos despliegan.
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